Sedación y anestesia en el dentista

Ya sabemos que acudir a nuestra Clínica Dental en Córdoba puede provocarte miedo, incluso ansiedad por muchas razones.

Puede que asocies la visita con el dolor: puede que tengas bajo el umbral del dolor y que los tratamientos te causen molestias. Puede que tengas cierta edad y asocies tu visita a malas experiencias anteriores. Puede que tengas miedo a las agujas, que no estés acostumbrado a acudir periódicamente a tus revisiones, puede que hayas tenido una mala experiencia en otro profesional…

Desecha esa idea de tu cabeza: acudir al dentista no duele.
Puede ser incómodo, te lo reconocemos, pero puede venir con toda la confianza en que trataremos de que tu visita sea tranquila.

Por eso, en Clínica Dental Noreña utilizamos anestesia para muchas de las intervenciones, para que el momento sea relajado, haciendo lo que está en nuestras manos y que puedas someterte a cualquier intervención sin dolor ni estress.

Ahora sí, hay diferentes tipos de anestesia dependiendo de los tratamientos a realizar, de la tolerancia al dolor del paciente y de sus antecedentes en la historia clínica, cada caso es único.

Desde la más suave a la más intensa, hay varias opciones:

Anestesia local:

La más común. Actúa dentro de un área concreta, adormeciendo los nervios responsables de detectar el dolor. En este tipo de anestesia notamos tanto la manipulación del dentista como el instrumental que usa, lo que puede hacerlo incómodo, pero no doloroso. En esta opción, el paciente está consciente.
Tiene una duración de varias horas, dependiendo del paciente, durante las cuales la zona permanece dormida, incluso cuando hemos abandonado la clínica dental.

Sedación consciente:

En raras ocasiones, el paciente entra en un estado de ansiedad que no permite realizar el tratamiento necesario para su salud bucodental. En pacientes con una ansiedad o fobia extremas, cuando las intervenciones son más complicadas, muchos profesionales optan por este tipo de sedación.
El paciente se mantiene consciente pero en un nivel de sedación bastante significativa.

Anestesia General:

Se usa en casos muy extremos. Requiere de un anestesista profesional que monitorice al paciente y sea quien administre la anestesia de forma correcta. Se pierde la consciencia de forma total, por lo que no suele ser una práctica habitual que debe ser realizada en un quirófano para garantizar la correcta intervención y la seguridad del paciente, atendiéndolo con el personal necesario para su seguridad.

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